El peligro de la desesperanza 

El peligro de la desesperanza 

José Cedeño

Es agotamiento mental, emocional y conductual. Es estar cansado de tantas decepciones y tristezas acumuladas, la desesperanza, cuando lo damos todo por perdido, es un veneno que apaga ilusiones, motivaciones y energías poco a poco. Es la pústula de la decepción permanente y esa espina que nos hace respirar a través de la amargura hasta sumirnos en una trampa psicológica muy peligrosa. Porque a la larga, estos estados nos vuelven muy vulnerables a la depresión y otros trastornos con un alto importe emocional.


Allí es cuando somos presa fácil del enemigo porque perdemos esa capacidad de luchar y de poder evolucionar y reinventarnos.

Permítanme recordar la reciente caída de Siria en manos de un gobierno que ha aplicado toda formula de represión  contra su pueblo, el pueblo sirio desgastado por los años de guerra fue perdiendo su esperanza poco a poco se fue hundiendo y muy a pesar de tener unos de los ejércitos en la zona mejor dotados cayo en muy pocos días en manos de grupo de facinerosos y aunque podemos enumerar múltiples causas en mi opinión la más significativa fue la desesperanza, sus mandos huyeron algunos otros no hicieron nada y aunque la mayoría de la tropa deseaba dar batalla pero estaban acéfalos sin mando.  Siria se encontró atrapada por sus propios errores y las avaricias de actores externos e internos, y su pueblo se convirtió en peones de un juego en el que lo que estaba en juego no era la paz, sino el poder y los recursos.

Eso es un buen espejo para observar nuestros actos y principalmente aquellos que tienen posiciones  de poder que se enferman cuando reciben alguna hasta minúscula cuota de mando y se les olvida lo que es el socialismo que es la teoría, doctrina o práctica social que promueve la posesión pública de los medios de producción y un control del pueblo y planificado de la economía en pro del interés general de la sociedad; esa es la teoría llevarlo a la práctica es otra cosa, en la práctica es donde ocurre el cambio en lo social económico en lo educativo y hasta científico, una vez leí en un libro una frase desconozco la autoría de la misma: “Lo que haces no me deja oír lo que dices”.

Lo mismo acontece con aquellos que están pregonando su cristianismo que no es más que un concepto abstracto, lo que existe solo en idea, pero no de forma material. Es lo intangible o conceptual, aquello que no tiene una existencia física concreta. Ese tipo de personaje sea cristiano o socialista conceptual son fabricas ambulantes de desesperanza  ya que no resuelven nada y están habido de acumular poder, bien lo dijo nuestro Libertador Simón Bolívar en su pensamiento tan vigente ayer como hoy: “Llamarse jefe para no serlo es el colmo de la miseria.”

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