El omeprazol es un fármaco muy eficaz, siempre y cuando se emplee para aquellas enfermedades en las que está indicado. Muchos de sus efectos adversos se deben al uso indiscriminado y erróneo como protector gástrico.
Se trata de un medicamento muy eficaz cuando se utiliza para aquellas dolencias en las que está indicado, pero su uso prolongado de forma inadecuada puede tener consecuencias muy graves. De ahí la importancia de seguir siempre las instrucciones del médico que lo ha prescrito.
¿Qué es y para qué sirve el omeprazol?
El omeprazol pertenece a la familia de los inhibidores de la bomba de protones (IBP), que son los mal llamados protectores gástricos. Estos fármacos, también conocidos como prazoles (pantoprazol, lansoprazol, esomeprazol, rabeprazol), actúan bloqueando la producción de ácido en el estómago. “Está indicado principalmente en enfermedades relacionadas con la secreción ácida gástrica, como por ejemplo en el tratamiento de la úlcera gastroduodenal, en la erradicación del Helicobacter pylori, en la enfermedad por reflujo gastroesofágico, en el síndrome de Zollinger-Ellison y en dispepsias funcionales”, explica Belén Larrañaga, del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Guipúzcoa. “Además, se utiliza para la prevención de gastropatías (efectos adversos gastrointestinales) secundarias a ciertos fármacos, como por ejemplo con los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) en pacientes de riesgo”.
La toma de omeprazol con ibuprofeno u otros AINE no debe ser la norma, sino que se reserva para determinados casos y bajo prescripción médica. Según se recoge en el documento de recomendaciones “No hacer” de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), no hay que “prescribir de forma sistemática protección gástrica con inhibidores de la bomba de protones (IBP) a los pacientes que consumen AINE que no presentan un riesgo aumentado de sangrado”. La prescripción conjunta de IBP en las personas que reciban un AINE “está recomendada en personas que requieren AINE durante un tiempo prolongado y que tengan alguno de los siguientes factores de riesgo: antecedentes de sangrado gastrointestinal o infección por Helicobacter pylori, edad superior a 65 años y personas tratadas con ácido acetilsalicílico, acenocumarol, warfarina o corticosteroides orales”. Como alternativa para evitar los efectos adversos gastrointestinales asociados con el uso de los AINE, la Semfyc señala que cabe considerar la opción de prescribir otros fármacos para el dolor, como el paracetamol, así como “administrar la mínima dosis de AINE y durante el menor tiempo posible, y no utilizar más de un AINE de forma concomitante”.
¿Se puede tomar sin receta?
Aunque existen algunas presentaciones de omeprazol de venta libre en farmacias -indicadas para el tratamiento de corta duración de los síntomas del reflujo o ardor de estómago en adultos-, generalmente se administra bajo prescripción médica.
En todo caso, puesto que no se trata de un protector gástrico (aunque la cultura popular así lo considera), cuando se adquiere sin receta es aconsejable seguir los consejos del farmacéutico. Estas presentaciones se pueden usar un máximo de 14 días, pero si al cabo de siete días no se aprecia una mejoría de los síntomas, se aconseja acudir al médico.
¿Cómo tomar omeprazol y cuál es la dosis?
La dosis habitual es de una cápsula diaria. Normalmente se aconseja tomarlo por la mañana y, a ser posible, alrededor de 30 minutos antes del desayuno. Es importante tragar las cápsulas enteras, sin masticar ni machacar su contenido.
¿Se puede tomar este fármaco durante el embarazo?
El omeprazol se receta en determinados casos a mujeres embarazadas, pero es fundamental que sea bajo prescripción y supervisión médica. La recomendación que consta en la ficha técnica de este medicamento es la siguiente: “Si está embarazada o en período de lactancia, cree que podría estar embarazada o tiene intención de quedarse embarazada, consulte a su médico o farmacéutico antes de utilizar este medicamento”.
El omeprazol pasa a la leche materna, pero no es probable que influya en el niño cuando se usan dosis terapéuticas. No obstante, el consejo es el mismo que para las gestantes: “Su médico decidirá si puede tomar omeprazol si está en periodo de lactancia”.
Tomar omeprazol con alcohol
En general, no se debe ingerir ningún medicamento con alcohol. En este sentido, los expertos subrayan que el omeprazol no debe consumirse para paliar los efectos negativos del exceso de bebidas alcohólicas, a pesar de la creencia extendida de que sirve tanto para aliviar las digestiones pesadas como para frenar la resaca.
Errores más frecuentes
Diversos estudios ponen de manifiesto el uso indiscriminado del omeprazol. Sus indicaciones son muy específicas y no debería ser un fármaco tan habitual en los botiquines caseros. “No hay que tomarlo como un aliviador de digestiones pesadas o por el consumo de alcohol, ni cuando pensamos que un medicamento nos va a sentar mal o tenemos que ingerir muchas pastillas. Algunas personas lo utilizan para protegerse en esas situaciones y ese uso no es el adecuado. Hay que tomarlo cuando lo recomiende el médico y durante el tiempo que lo paute”, resume Pedro Cañones, de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Entonces, ¿que se puede hacer para evitar la acidez o las malas digestiones? Lo primero es evitar las comidas copiosas y, una vez que aparecen los síntomas, tomar alguna infusión, como manzanilla o té. “Hay que controlar alimentos como las comidas grasas, el chocolate, el café, los cítricos, los refrescos con gas y las comidas especiadas, entre otros”, apostilla Larrañaga.
Cañones aconseja no acudir siempre inmediatamente a los fármacos y esperar. “No es obligatorio aliviar todo inmediatamente ni tomarnos una pastilla cada vez que nos encontremos mal. Si esperamos un poco, muchas veces vemos que el problema se resuelve solo”, concluye.
Efectos secundarios del omeprazol y contraindicaciones
Entre los efectos secundarios, Cañones destaca que es muy seguro, pero que como todos los fármacos tiene posibles efectos secundarios (en este caso, a largo plazo). La portavoz del Colegio de Farmacéuticos de Guipúzcoa señala los principales que se han descrito: fracturas osteoporóticas, infecciones entéricas, hipomagnesemia o déficit de hierro y vitamina B12, nefritis intersticial y/o enfermedad renal crónica. La farmacéutica expone las contraindicaciones más habituales: “Estaría contraindicado en casos de hipersensibilidad al omeprazol o a cualquier otro componente del medicamento. Y en asociación con el fármaco nelfinavir, porque disminuye la eficacia de este último”.
El Pepazo/CuidatePlus/Marca