«Hubo mucho tiro, una plomazón muy fuerte, muy arrecha, nos levantamos sobresaltados, a meternos debajo de las camas y a proteger a los hijos y demás familiares», expresó una vecina del barrio Mi Esperanza.
Hebert Colina M.
La tranquilidad y la paz con la que ayer se acostaron los habitantes de los barrios que colindan con el Centro de Reclusión «Dr. Francisco Delgado», antiguo sector El Marite, fue echa añicos a la medianoche por el singular sonido de los disparos que puso a correr a todos, sin excepción.
«Nos despertaron los tiros», dijo una vecina de la calle 3 del barrio Mi Esperanza, que no quiso identificarse y quien expresó que la situación de rehenes en el retén comenzó entre 11 u 12 de la medianoche, lo cual mantiene muy preocupados a todos en el sector.
«Hubo mucho tiro, una plomazón muy fuerte, muy arrecha, nos levantamos sobresaltados, a meternos debajo de las camas y a proteger a los hijos y demás familiares», agregó.
«Por aquí por la calle tres se sintió fuerte, pero imaginamos que en la calle 1 la gente saldría corriendo porque esa calle es aledaña al retén», manifestó.
El Retén El Marite está enclavado en una curva, en medio de un gran número de barrios en el Oeste de la ciudad. Allí están, por el lado izquierdo el Hospital El Marite, por el fondo, La Cañada Fénix que es la calle 107, luego el barrio Mi Esperanza, y al frente 12 de Marzo y El Modelo, todos en la parroquia Venancio Pulgar que en otrora vivieron días de agonía cada vez que en ese retén explotaba una revuelta como la de anoche.
Hermetismo, nadie habla..
Nadie quiere declarar, pero nuestra entrevistada manifestó que habló en confianza con un efectivo quien le confirmó lo de la toma de rehenes de la directora, la subdirectora y de seis custodios, y que los tomistas pedían que los trasladaran a otros sitios de reclusión, pero que la situación era muy hermética, pues desconocía en qué pabellón era la situación.
También habló con los familiares, quienes se enduentran apostados por los lados de la Estación de Servicio El Marite, muchos sonnolientos, otros casi que dormidos y muchos con cara de mucha preocupación y que desconocen en qué lugar del retén ocurre el alzamiento. Allí también se encuentran los periodistas con su cámaras y celulares buscando la información, pero hay mucha tensión en el sitio.
«Nadie quiere hablar, casi no hay paso, mucho militar, acordonamiento total desde anoche, nadie puede pasar. El marido de una sobrina, que es motorizado, lo intentó, pero lo desviaron y tuvo que devolverse y dar la vuelta para llegar a su casa, esto está feo, señor», comentó.
Manifiesta la vecina que ella, al igual que muchos, sienten miedo por esta situación y que temen que el retén El Marite vuelva a convertir al sector en un lugar de temer, y que los vecinos vivan azotados, atormentados cada vez que ocurra una situación irregular como en el pasado.
«Pedimos a las autoridades que solucionen esta situación de la mejor manera, que no se extienda por tanto tiempo porque en esas barriadas deseamos pasar unas navidades tranquilas y en paz, pese a la terrible situación económica que se vive a diario y con el alza de los precios y el maldito dólar», enfatizó.
El Pepazo