El polémico base de los Brookyln Nets ganó el partido ante los Raptors con un triple final que recuerda a sus mejores jugadas de una carrera de tanto talento como polémica
EUGENIO MUÑOZ FERNÁNDEZ
Kyrie Irving es de esos jugadores que desde su irrupción en la NBA cambió todo. El mejor manejo del balón desde Allen Iverson, una capacidad para buscar la anotación primorosa y sentido del ‘clutch’ en los minutos finales. Un Irving que habituaba, pero desaparecido en la temporada. El Irving que centró focos es el alocado, sin sentido del equipo o del peso de sus hechos. Una estrella camino del abismo de la NBA.
Pero Irving es talento e imaginación. Y es capaz de cambiarlo todo. Más a unos Nets que no son el paradigma de equipo ordenado y consciente de sus virtudes y limitaciones. Y cuando más crecen, Irving apareció. En una cancha compleja, el Scotiabank de Toronto. En los últimos segundos, cuando la ‘bola quema’ y aparecen los jugadores para ganar partidos.
Irving recibió en el perímetro y pese a ser marcado a la perfección por Fred Van Vleet dejó una finalización marca de la casa. Aceleración para un lado, Van Vleet resbalaba y cambio de mano con el ‘crossover’ hacia fuera. Triple sólo. Dentro. Éxtasis. Los Nets ganan 116-119 en Toronto y muestran que tienen hambre de cosas grandes. Ya son cuartos, a solo dos victorias (18-12) de unos Milwaukee Bucks que parecían pertenecer a otra dimensión de la NBA.
Con Steve Nash, su periplo fue de 2-5 como balance, siendo la peor defensa y el ataque número 14 de la NBA. Con Vaughn, el equipo está entre los mejores de la liga en todos los aspectos. 16-7 como récord, 8º mejor ataque y 6ª mejor defensa. El técnico, además, confesó que la jugada final estaba diseñada para Durant, pero ‘KD’ explicó que probablemente le enganchasen en defensa, con lo que Irving apareció. Entre los dos, recital. 28 de Durant y 32 de Irving.
En lo positivo, los Raptors tuvieron a un Juancho Hernangómez muy protagonista. Casi todo el partido jugado, 41 minutos, con 8 puntos, 6 rebotes y 1 asistencia. Su cuarta titularidad, en un equipo que sufre una rotación corta. Sólo ocho jugadores participaron ante los Nets.
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