Francis Ngannou se marchó de UFC sin hacer realidad el sueño de todos los aficionados a las MMA, que era la pelea contra Jon Jones. Durante el periodo en el que ‘Bones’ se preparaba para dar el salto al peso pesado, The Predator se dedicó a demoler a sus rivales y se proclamó campeón de UFC en la categoría reina. Desgraciadamente, cuando JBJ estuvo disponible, Ngannou se marchó de uno de los mayores escaparates que ofrece el deporte a nivel mundial al no atender Dana White a varias de sus demandas. Fue entonces cuando la idea de un ‘crossover’ se pudo hacer realidad.

Ngannou y su ascenso en UFC

El ascenso definitivo de Ngannou en UFC llegó después de sus derrotas contra Derrick Lewis y Stipe Miocic por decisión unánime. El africano encadenó cuatro triunfos por la vía del cloroformo en el primer asalto. Pasó por encima de tipos durísimos y verdaderos artistas del KO como Curtis Blaydes, Cain Velasquez, Junior dos Santos y Jairzinho. De esta forma se ganó una revancha con Miocic, campeón tras su trilogía con Cormier.

Respecto a su pelea con Tyson Fury de este sábado, es evidente quién manejará el tempo, la distancia, quién es mucho más técnico y además conoce todos los códigos del noble arte. La incógnita es si el excampeón de UFC logrará abrirse paso hasta su adversario para conectar algunos golpes de poder y tener opciones al KO. Aguantar 10 asaltos de boxeo con Fury amagando, lanzando jabs y abrazándose, puede ser muy largo para Ngannou, por lo que no cabe duda de que en algún momento antes del ecuador de la pelea intentará acortar la distancia, para así llegar con uno de sus potentes ganchos o sus terribles uno-dos.