Los síntomas que avisan de un trombo en la pierna

Una de cada cuatro personas muere por enfermedades causadas por la trombosis. Es un dato que recoge la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH, por sus siglas en inglés). La cifra, nada desdeñable, merece que en el Día Mundial de la Trombosis, 13 de octubre, recordemos qué signos pueden advertirnos de la formación de un coágulo de sangre en una vena o arteria cuando este se produce en la pierna, afección conocida como trombosis venosa profunda (TPV). Se trata de un trastorno que registra cada año entre uno y dos casos por cada 1.000 habitantes.

Sin embargo, antes de continuar, ¿por qué una persona puede sufrir un trombo? Son varias las razones por las que esto puede ocurrir, “pero generalmente se debe a una combinación de factores, como daño en la pared de los vasos, aumento de la coagulación sanguínea y disminución del flujo sanguíneo”, responde Juan Montoro Gómez, médico especialista en hematología y hemoterapia del Hospital Vithas Valencia Consuelo. El experto indica que las causas frecuentes de esta afección incluyen la inmovilidad prolongada, una cirugía, lesiones, trastornos de la coagulación y enfermedades crónicas.

Aunque en esta ocasión nos centraremos en la TPV, otras trombosis venosas comunes son las que se dan en los pulmones (embolia pulmonar), así como en venas y arterias de otros órganos, como las del cerebro (trombosis cerebral) o las del corazón (infarto de miocardio).

Síntomas más frecuentes

De acuerdo con el especialista consultado por CuídatePlus, los síntomas más frecuentes de una trombosis venosa profunda en la pierna son:

• Hinchazón.
• Dolor o sensibilidad en la extremidad afectada. A menudo, comienza en la pantorrilla.
• Enrojecimiento o calor en la piel.
• Posiblemente, sensación de pesadez.

Eso sí, Montoro aclara que una TPV puede ser asintomática en algunos casos. Acerca del tratamiento, señala que generalmente “implica anticoagulantes (medicamentos para prevenir la formación de coágulos) y, en algunos casos, dispositivos de compresión”. En situaciones graves o complicadas, “puede ser necesario un procedimiento quirúrgico para eliminar o disolver el coágulo”, afirma.

Si una persona sospecha que tiene una trombosis, es fundamental que no se automedique ni trate de romper el coágulo por sí mismo. Según Montoro, “debe buscar atención médica de inmediato y seguir las recomendaciones de su hematólogo”. Además, es importante que evite la inmovilidad prolongada y que cumpla con las indicaciones sobre el uso de dispositivos de compresión si se prescriben.

En este punto, muchas personas se preguntan si al haber sufrido un coágulo, es conveniente realizar ejercicio. Lo cierto es que la actividad física puede ser beneficiosa para las personas con trombosis, pero debe hacerse bajo la supervisión de un profesional de salud. Tal y como asegura el experto de Vithas, “la actividad física regular y la movilidad pueden ayudar a prevenir la formación de coágulos y mejorar la circulación”. Eso sí, “es fundamental evitar actividades extenuantes que puedan aumentar el riesgo de complicaciones”, advierte.

Los principales factores que aumentan el riesgo de sufrir una trombosis se relacionan con el sobrepeso, la avanzada edad, el embarazo, la predisposición genética, la falta de movimiento y, sobre todo, el cáncer. Hay que tener en cuenta que se trata de la segunda causa de muerte en pacientes con cáncer, quienes tienen un riesgo entre cuatro y siete veces mayor de padecer esta enfermedad en comparación con el resto de la población.

Cómo prevenir la trombosis

Desde Viatris dan algunas recomendaciones para prevenir la formación de coágulos de sangre en las venas o arterias:

• Mantener un estilo de vida activo y realizar ejercicio regularmente.
• Controlar el sobrepeso.
• Evitar pasar demasiado tiempo de pie o sentado.
• Hidratarse correctamente.
• Controlar las enfermedades crónicas como la diabetes o el colesterol.
• Parar a descansar adecuadamente durante los viajes prolongados.
• Utilizar ropa cómoda que no dificulte la circulación de la sangre.