En dolor mayor o tributo a crónicas de caña de muerte

A propósito de los 38 años del fallecimiento del poeta y periodista barines Orlando Araujo y de los 6 años de la partida de mi hermano Domingo de Jesús Medina

En dolor mayor o tributo a crónicas de caña de muerte

Buenos Aires (Dimas J. Medina) El último cigarro que se fumó en su vida mi hermano Domingo de Jesús, fue el jueves 5 de septiembre de 2019.

Ocurrió una semana después de haberse fracturado su clavícula derecha tras una aparatosa caída cuando regresaba a casa, allá en nuestro barrio R-10 de Cabimas.

La lesión afectó también su pulmón derecho, que desde hace tiempo venía averiado por la prolongada adicción al cigarro. De hecho, la fractura de su clavícula, que lamentablemente no fue tratada con la urgencia del caso, aceleró el cáncer pulmonar, que silenciosamente venía aniquilando a mi hermano.

Por eso, desafiante como fue en la vida, Domingo no sólo desestimó aquella dolorosa caída, sino las consecuencias que posteriormente lo llevaron a la tumba.

Cuando mi hermano se fumó su último cigarro, recordé la bohemia incompatible del poeta barinés Orlando Araujo, la misma que produjo su penosa enfermedad y su posterior muerte.

Vino entonces a mi memoria la famosa obra literaria del escritor nacido en Calderas de Barinas: “Crónicas de caña de muerte”, de la que por cierto confesó el propio Orlando Araujo antes de ser publicada, que sería el libro con el que se despediría de este mundo.

Y aunque mi hermano Domingo también fue un empedernido tomador, la caña clara, el guarapo fuerte o todos los miches clandestinos provenientes de Falcón, no fueron los que originaron su deceso, como muchos se atrevieron a especular en mi barriada: “A Domingo lo mató el cocuy”.

La empedernida adicción al cigarro, provocó en Domingo, el mismo destino de Orlando Araujo, aunque mi hermano quería morir de pie. Incluso, aquella noche del sábado 14 de septiembre, pidió un cigarro y preguntó por su compañera Zaida, aquella humilde mujer, a quien mi hermano le dejó para siempre, la nostalgia, que como muy bien escribió Orlando Araujo en sus “Crónicas de caña de muerte”, es el dolor de ausencia.

Por eso, cuando asocié la muerte de mi hermano Domingo con la vida y obra de Orlando Araujo, también me acordé de aquel personalísimo llorón, de aquel aguerrido ajedrecista, de aquel fanfarrón Guardia Nacional y de aquel muchacho peleón que fue Domingo en su entusiasta y bohemia vida.

En su velorio, se produjo el mismo canto de abstemio, igual como el poeta barinés destiló con esa melancolía, en sus “Crónicas de caña de muerte”. 

Mi hermano Domingo fue velado en la misma sala donde velamos a mi abuelo Dimas; a mis padres Eva María y “Monche” y a mis hermanos “PateCroche” (Marcos Antonio), “Chuma” (Helí Saúl) y Foncho (Isidro Alfonso).
 
Mientras las mujeres rezaban y los amigos hacían de abstemios tristes, los niños jugaban frente a la casa donde velábamos a Domingo. 

Para muchos, el velorio de mi hermano, parecía más bien, un bonche, ya que los niños lejos de acompañar a los amigos tristes, aprovecharon la luz que había en nuestra casa, para gritar, bochinchear y cantar.

Por eso, hubo suficientes razones para que aquellos asistentes al velorio, conjugaran a la vez, aquella cita de barra fiel o tertulia etílica para alegrarse juntos. Era domingo en la noche y en nuestra casa, el amigo Juan Medina instaló una planta eléctrica, para que supliera  la oscuridad que durante los últimos años de tragedia zuliana ha venido reinando todas las noches en nuestro país.

Como militante del viejo Movimiento Al Socialismo –MAS-, del que se hizo también admirador del fundador de este partido, por haber nacido el 3 de enero de 1956  -el mismo día y el mismo mes de nacimiento de Teodoro Petkoff-, mi hermano Domingo deberá igualmente sentirse orgullo en la eternidad, de haber fallecido el mismo día cuando nos dijo adiós el “Compañero de viaje” y autor de "Crónicas de caña de muerte", Orlando Araujo: 15 de septiembre de 1987.
 
Paz a tu alma ¡Y ahora, puedes fumarte todos los cigarros que desee, mi hermano!

Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo